Las negociaciones comenzaron en 1999 y se cerraron en 2019: Mercosur y la Unión Europea anunciaban en junio de ese año la firma de un tratado comercial histórico, tras años de avances y retrocesos en la negociación.
Es un acuerdo sin precedentes, ya que supone la creación del mercado mercado de bienes y servicios más importante del mundo. Con casi 800 millones de consumidores en total, representa un tercio del comercio global.
El tratado multiplica las oportunidades de crecimiento para ambas partes, pero para su definitiva aplicación falta un último paso: que sea ratificado por todos los países que estarían bajo ese paraguas, lo que se prevé que suceda en 2021.
A partir de ese momento se abrirá un nuevo escenario en el panorama del comercio internacional.
¿Quieres saber más? Sigue leyendo, porque te vamos a contar otros detalles sobre este importante acuerdo.
Cuando se dice que es uno de los tratados más importantes a nivel internacional, es por razones sólidas, ya que marcará una nueva era en las relaciones comerciales de ambas partes.
Su entrada en vigor proporciona un marco legal e institucional que facilitará las relaciones comerciales bilaterales y aumentará la competitividad de las respectivas economías, que conjuntamente suponen el 37% del comercio mundial en bienes y servicios.
El Mercosur (Mercado Común del sur) está formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Bolivia se encuentra en proceso de adhesión, y Venezuela, que se había integrado, está actualmente suspendida en todos sus derechos y obligaciones.
Por su parte, la Unión Europea está formada por 27 estados (pueden consultarse aquí). Es, por tanto, un gran mercado que ya tiene acuerdos comerciales vigentes con distintos países, y varios aún en fase de negociación.
Sin embargo, un tratado comercial con los países de Mercosur tendría un alcance mayor, ya que permitiría el acceso de las empresas europeas a un mercado de 260 millones de consumidores.
El tratado establecerá un marco para realizar las operaciones comerciales con mayor simplicidad y también con seguridad, superando las barreras y mejorando las oportunidades comerciales para todas las partes.
Para ello, establece pautas sobre aranceles, medidas sanitarias, protección frente al fraude, cooperación aduanera, desarrollo sostenible, apoyo a las pymes, simplificación de la normativa legal, y otros aspectos.
El tratado contempla una liberalización gradual de los aranceles, teniendo en cuenta las asimetrías entre ambos bloques, con un plazo estimado de 15 años para la liberalización total.
A partir de la entrada en vigor se establece un plazo de 4 años para que la UE aplique la mitad de su arancel promedio, mientras que el Mercosur hará lo propio en un plazo de 9 años.
¿Quieres saber más sobre este tema? Aquí te hablamos sobre el papel de los aranceles en el comercio internacional.
La simplificación de todos los procesos es otra de las ventajas que traerá el tratado. Se unificarán normativas y reglamentos técnicos y se favorecerá que las diferencias existentes no perjudiquen a las exportaciones.
Especialmente las pequeñas y medianas empresas de ambos participantes, son las que tienen más dificultades a la hora de acceder a los mercados internacionales.
Esto es debido a que les resulta más difícil y costoso prepararse para ello, y deben destinar una parte importante de sus recursos a la internacionalización, lo que hace desistir a muchas de ellas.
El tratado facilitará los procesos burocráticos a las pymes, de forma que puedan cumplir con toda las reglamentaciones. Para ello habrá a disposición de las empresas información accesible sobre los requisitos reglamentarios y técnicos, así como desgravaciones aduaneras.
Ambas partes se comprometen a promover un desarrollo comercial sostenible, es decir, establecer relaciones comerciales sin que ello signifique un perjuicio para el medio ambiente.
Esto pasa por la aceptación activa del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, el compromiso de proteger los derechos de los trabajadores y la aplicación de una conducta empresarial responsable.
Los alimentos garantizados por el sistema de indicaciones geográficas (IG) estarán protegidos de imitaciones. Eso permitirá la exportación de productos tradicionales con todas las garantías.
Asimismo, se mantienen las normas de la UE en lo relativo a seguridad alimentaria. Todos los productos cumplirán la estricta normativa comunitaria, tanto para las exportaciones como para garantizar la calidad de los productos importados.
Tras su aprobación en 2019, tras veinte años de negociación, debe procederse a su ratificación por parte de los 27 países de la Unión Europea, el Parlamento europeo y los 4 países que componen Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
De esa ratificación depende que por fin pueda entrar en vigor.
Se espera que, tras los correspondientes debates en el seno de los parlamentos de los países implicados, y tras superar su verificación, el Parlamento europeo lo apruebe en 2021.
Cuando eso suceda, el tratado estaría por fin vigente.
Cuando finalmente se ratifique el tratado y entre en vigor, comenzará una nueva era en las relaciones comerciales entre los países de Mercosur y la Unión Europea.
Es necesario prepararse para ese nuevo marco, de forma que se puedan maximizar las oportunidades que ofrece. Los operadores logísticos estaremos listos para ofrecer el asesoramiento necesario ante este nuevo escenario en las relaciones comerciales.
Por lo tanto, lo más aconsejable es que tanto pymes como grandes empresas comiencen a prepararse para la entrada en vigor de un tratado histórico.
Si es el caso de tu empresa y necesitas asesoramiento, lo más recomendable es que te pongas directamente en contacto con nuestros consultores, ellos te darán toda la información disponible hasta el momento sobre el tratado entre Mercosur y la Unión Europea.
